lunes, 30 de julio de 2012

sábado, 21 de julio de 2012

Un arca.


Hace unos meses terminé de hacer este arca. Para hacerlo he utilizado un tablero de los que venden en los centros comerciales. En su momento compré unos cuantos, ya que los estaban liquidando por que tenían unas taras, pero para mí eso no es problema. No me gusta comprar maderas mientras pueda utilizar recicladas, pero en este caso compré tres  por que merecía la pena.



Para no tener que comprar más cosas, he utilizado para las bisagras flejes metálicos de los que se utilizan para embalar algunas mercancías pesadas. Hace unos meses encontré tirados un par de metros que me han servido para hacer un montón de cosas.



Para darle un aspecto antiguo sumerjo las chapas en una solución con ácido y así se les quita el recubrimiento aceitoso y pierden el color brillante del hierro, dando un aspecto verdaderamente envejecido.

El principal problema que tuve para terminar el arca fue el cierre. Como no tenia ninguna cerradura, y las chapas utilizadas para las bisagras eran demasiado delgadas, no me gustaban para hacer una cerradura.

De las traviesas del tren que he utilizado para los jardines y demás, algunas vienen con unas sujeciones metálicas que se ponían en los extremos para que la madera no se abriera. Me quedé con varias y decidí hacer una especie de cerrojo con esta pieza.



Tienen un eslabón cuadrado que he utilizado para articular el cerrojo, y este ha sido el resultado.

 Una vez fijado el hierro al arca con unos clavos largos, he tintado la madera con nogalina de tonalidad oscura.




Una vez seca la nogalina he aplicado una buena capa de cera nogal, y este ha sido su acabado final.






Otra caja


Hace unas semanas me regalaron un palet pequeño con unas tablas más anchas de las que suelen utilizar para fabricarlos. Esto es debido a que se utilizan como una plataforma y de esa manera no quedan huecos entre medias.

Uno de los trabajos más complicados y aburridos es desmontar los palet y sacarle las tablas. En la mayoría de las ocasiones algunas tablas se parten y son muy complicadas desclavarlas.

De vez en cuando me prestan una sierra perfecta para eso, que es la sierra de sable. Con una hoja para cortar metales, la pasas entre las tablas y el taco y  puedes desmontarlo con bastante menos esfuerzo y sin riesgo de que se rompan.

En esta ocasión y como la medida me lo permitia, he optado por cortar las tablas directamente.


El objeto que voy a hacer está inspirado en un celemín, una antigua medida de grano de forma cúbica. Las tablas están unidas entre si con clavos y cola . Como las tablas miden 14 cm de anchas x 16 cm de largas y 1 cm de gruesas , he utilizado unos listones de 2x2 cm para suplementar la parte superior y dar un aspecto más decorativo a la pieza y así quedar cuadrada.

Puede servir como caja, centro, macetero, etc. Mide 16x16x16 cm aproximadamente, y he dado un aspecto muy rústico con un acabado bastante imperfecto y gastado.
Este ha sido el resultado.